El diseño estructural de un pequeño edificio se enfocará en la seguridad, funcionalidad y estética, adaptándose a las necesidades del proyecto.
La estructura principal estará formada por columnas de acero o concreto armado, que soportarán las vigas horizontales que distribuirán las cargas a lo largo de las plantas.
El tipo de cimentación dependerá de las características del suelo y la carga del edificio, pudiendo optar por una cimentación superficial o profunda si es necesario. El sistema de paredes estará compuesto por ladrillos o bloques de concreto, con una adecuada distribución para permitir una circulación fluida entre los espacios internos.
Las fachadas del edificio pueden ser de materiales como concreto, vidrio o paneles prefabricados, dependiendo del estilo arquitectónico y los requisitos estéticos del diseño. El techo será plano o inclinado, utilizando materiales como láminas de acero galvanizado, concreto o madera, según las necesidades del clima y el estilo del edificio.
El diseño garantizará una adecuada evacuación de aguas pluviales mediante un sistema de canaletas y bajantes, evitando problemas de humedad o acumulación de agua. Las instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias estarán bien distribuidas, con tomas y conexiones accesibles para su mantenimiento y reparación.
Además, se incluirán detalles de seguridad como salidas de emergencia, sistemas de protección contra incendios y una adecuada ventilación natural o forzada en todas las áreas del edificio. Este diseño estructural proporcionará una base sólida y segura para un pequeño edificio, con un enfoque en la optimización del espacio, el confort de los ocupantes y la sostenibilidad del proyecto..